Que perdure el andar de las palabras
que perdure el andar de las palabras
por sobre las montañas y los ríos
que condenen los muros infames
y el desamparo indiferente
acepto
con todo mi corazón de pez
viejo nómada
la idea benigna
la sorda espera
en la que no importa el pasado
ni el futuro
mejor la entrega
la mirada infinita
infinita estela
nosotros hombres héroes
de dádiva y sabiduría
de razón y flores
de ansiosa fuerza
no hemos hundido la fe del poeta
trabajemos pues
para que los pueblos no odien
ahora que la incertidumbre circula
a velocidades nuevas
para que no sean más las generaciones de bestias
y que la ambición y el coraje
no llamen más al crimen
es momento de cobrar el ejercicio del asombro
de bajar a las ruinas del ayer
de quemar el turno del llanto
vendrán voces tantas veces
pero no serán distancia
para el cuerpo gozoso
ni dolor para el poema
acepto la embarcación de jóvenes días y misterios en caravana
si encendemos la verdad de la locura
estos sueños de mil raíces serán árboles en combate
puertas que glorificarán el porvenir
lado a lado
una leyenda
tiempo tu
acaso el mostrará rostro
verso mi
nosotros
hombres
navegantes
antes de distinto destino
pronto de claro fortunio
desarrollemos el ímpetu entre las manos
para medir el fondo incierto
de lo que somos
hombre eterno
que el nombre de tu tierra
sea el nombre de mi tierra.
La idea surgió de Duli Martínez
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