Donde quiera que vayas voy

Besé su piel como un amuleto y ya le entregaba mi vida Me sonrió me dio de su paz y un poco más a mi favor Reabrí mis ojos y de paso el corazón el guerrero se despoja de armaduras La vi desnuda ante el sol nadando los dos en una agua estival sin ganas de marchar Me susurró: “Donde quiera que vayas voy”
Y no dudé que fuera ella
la mitad de mi ser
la entrega total
Podría decir que
ya había vivido con ella
antes de nacer
ya conocía su andar
su rostro y su mirar
la luz de su rubor
cada gota de su amor.

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