Las cosas deberían ser tan sencillas


Las cosas deberían ser tan sencillas como salir de la recámara, tomar la carretera hacia el río, dejar nuestras ropas en la orilla y echarnos a reír mientras uno intenta sumergir al otro. Me gusta cuando nuestros pies
dejan de tocar las piedras; no sé cuán profundo llegue a caer. Rodéame, mi cuerpo tiene todas las notas musicales, tócame, compón una sonata hasta ahogarme por completo, compón un réquiem para cuando quede al fondo del río. Y toma la camioneta de regreso a casa.

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